Gila en este monólogo nos quiere dar un concierto de violin . Nos cuenta la singular tradición musical que hay en su familia, las peculiaridades físicas de su tía y sus aventuras con la cirugía plástica :))
Vídeo del monólogo – Violinista sin violin
Duración 00:05:19
Texto del monólogo – Violinista sin violín
Voy a pasar a darles un concierto de violin que no lo van a olvidar mientras vivan.
A mí personalmente el violin, no me.. pero en mi familia todos han sido muy tocones. Un hermano de mi padre murió a causa del violín. Ya tuvo un conato de muerte en el 67, que estaba tocando la Danza del Fuego, se le prendieron las cejas y si no andamos listos con un sifón se nos quema; y otro día estábamos en una reunión y dijo su madre: «Toca algo, José Ramón». Lo que son las madres, no. (Por cierto, que había una gorda allí, que armó un escándalo. Se arrimó a la pared, «A mí que no me toque porque le rompo la cara, porque yo soy muy decente y muy limpia y lo del sargento fue un accidente». El accidente se llama Carritos, está así (gesto de que está muy alto).
La cuestión es que mi tío tocó el vals de las olas y hacía una hora que había comido y se le cortó la digestión y murió.
Yo interpreto música moderna. En primer lugar voy a tocar una balada vip, que es el último grito en Estados Unidos, no está hecho ni el disco, está hecho el agujero, pero falta lo de alrededor el título de la balada es: Deja que el autobús de las ocho cuarenta y cinco pase por casa de James, a ver si está Jhony y Patsy con los niños en el jardín, para después hacer picnic en el jardín con los Williamson. Este es el título en español, la traducción al americano es Jet Wolff.
Es que con el idioma pasa como con la moneda, que al cambio te lo dejan en nada. Vas al banco con un discurso y te dan un refrán.
(Abre el estuche y no hay nada dentro). ¡Uy la madre que me parece que me lo he dejao! Pues como me lo haya dejado donde he estado cenando… Es un restaurante que todo lo que se queda encima de la mesa lo pican para hacer albóndigas. Voy a llamar a mi casa, a ver si me lo he dejado allí.
Esto de la memoria es una cosa de familia. Mi hermana, cuando tenía cuatro niños, decía: «¡Huy, pero si no me he casado!»
(Al teléfono) Oye mi amor, no me habré dejado un violín encima de tu cama. Sí, mi vida; sí, tesoro; sí, reina; sí, corazón mío, sí mi vida. – Es la criada, la tengo un asco que…
(Al teléfono). Sí, sí, sí. Pues un violín, una cosa larga, de madera, con pelos… Eso es una brocha. ¿No está mi tía Rosario? ¡Que se ponga! (Mi tía Rosario es una solterona. Cuando nació le dijeron al padre: «Ha tenido usted una soltera», cómo la vería el médico, y las ganas que tiene de casarse, a todas las bodas va, se sienta atrás y cuando dice el cura: «¿Quiere por esposo a este?», dice ella: «Si no lo quiere, pa mí»).
(Al teléfono). Tía Rosario, ¿yo no me habré dejao un vio-lín encima de tu cama?, que ¿si no me habré dejao un violín encima de tu cama? anda a ver si lo encuentras…
-No ha encontrado novio y va a encontrar un violin…Le han operao de la cirugía estética, le han hecho una chapuza, se quería quitar quince años, luego no tenía dinero y le han quitao seis días. Hoy es miércoles, pues tiene la cara del jueves pasao. Dice, pues me han dejao que me puedo colocar de azafata y digo yo sí, en el Arca de Noé. De azafata con esa cara. Una noche se perdió, fuimos a la comisaría con una foto, la miró el comisario y dijo, «de verdad la quieren encontrar»
(Vuelve al teléfono) Sí, sí, dime ¿no lo tendrá la abuela? ¡Que se ponga la abuela anda!
Mi abuela es otra solterona…, y sorda. Cuando la guerra cayó una bomba en casa y dijo: «No deis portazos», y el día que explotó el butano salió con una copa en la mano; «¡Champán, champán!». Le hemos comprao un aparato de esos que van con pilas, para que oiga y un día se le acabaron las pilas y lo enchufó a la corriente, se le prendieron los ojos. Venía por el pasillo que parecía un coche.
Al teléfono). ¡Abuela! ¿Tú has visto mi violin? Que si has visto mi violin. Que si has visto mi violin . Que si le llaman de Berlín, dice. Abuela, abuela… Dice: «No soy Manuela», y ha colgado. Bueno, no importa, porque si les digo la verdad, no se han perdido nada porque toco de oído y no me dejo aconsejar. Así que…Gracias.
Por si te quedaste con ganas de ver un concierto de violin ;)
Duración 00:04:21 Vanessa-Mae toca una versión muy especial de la Tocata y Fuga de Bach con su violin acústico, acompañado por la Orquesta Sinfónica de Radio Bratislava . Gira clásica en el '96.